Era una noche tormentosa de Verano en los Claros de Tirisfal, soplaba el viento de manera silbante, la gente corría hacia sus casas por miedo a que el viento se los llevase o a caer enfermos a causa de la lluvia. Todas las luces de las casas del Condado de Rémol estaban apagadas menos una... Se trataba de una gran casa de ladrillo rojo y mármol de Quel'thalas con un gran escudo de armas esculpido en alabastro enano, los portones eran de roble barnizado y su pomos de hierro bañados en oro de gran calidad, habia apostados dos milicianos vestidos con flamantes armaduras de mitril y el tabardo del escudo de armas que figuraba en la casa.
El doctor Watford venia corriendo como si huyera de unos gnolls hambrientos: los guardias al verlo abrieron apresuradamente, cada uno una puerta de la gran casa. Alli les esperaba un hombre alto delgado, vestido de negro, cabellos canosos con largas patillas y muy envejecido. Se trataba de Anthoin el mayordomo de aquella casa ostentosa. Rápidamente el mayordomo condució al doctor a la habitación donde se encontraba el paciente, antes de entrar vio a un niño pequeño vestido con ricas ropas y en su cara se reflejaba el miedo y a la vez la preocupación. El mayordomo tiró del doctor para que entrara dentro de la habitación, el doctor se sorprendió aquella habitación era tan grande como su propia casa y la cama tan grande como su cocina, en ella se hallaba una mujer desaliñada, abierta de piernas, chillando como una histerica y muy sudorosa... ¡Se trataba de un parto! - pensó el doctor.
La comadronas estaban ayudando en el parto a la señora de la casa, que no era ni más ni menos la Condesa de Rémol: Lady Marie Chantelle Barov, una de las hijas de la familia más respetada de nobles de Lordaeron. Estaba dando luz a su segundo hijo o hija, quien sabría lo que sería...
El doctor pidió a las comadronas toallas y agua caliente. Estas salieron corriendo a por esos enseres. Al minuto apareció el esposo de la Condesa: Lord Mauregato de Rémol, su esposo que algunos dicen que se cambió el apellido cuando este se casó mediante matrimonio concertado con su esposa... El doctor Watford le pidió al hombre que esperara fuera con su hijo. Las comadronas llegaron con lo que les pidió el doctor.
La noche se hacia eterna para el doctor, la condesa y su familia... ¡Este es el parto más difícil al que asistí! - pensó el doctor. Acto seguido de tener ese pensamiento el doctor vio asomar una cabeza y dijo con un grito de alegría.
¡ES LA CABEZA! ¡YA ASOMA! ¡EMPUJE, EMPUJE, EMPUJE!
La mujer soplaba y hacia grandes esfuerzos, mientras el doctor se le alegraba la cara cada vez más, eso significaba algo...¡Que ya estaba aqui!
¡ES UNA NIÑA! - chilló el doctor.
Acto seguido, Lord Mauregato y su hijo irrumpen en la alcoba muy agitados, pero cuando vieron a la niña de cabellos morenos y piel morena se alegraron un montón. Esa niña le recordaba a su amada madre entonces el Conde la llamo: Sûzu. En cambio su hermano, sí estaba muy feliz de tener una hermana, pero sería un problema para sus caprichos y que perdería parte del cariño de sus padres...
Cuando amaneció, brillaba el Sol, la tormenta habia cesado y una nueva vida, habia nacido en Rémol...
Continuará...
El doctor Watford venia corriendo como si huyera de unos gnolls hambrientos: los guardias al verlo abrieron apresuradamente, cada uno una puerta de la gran casa. Alli les esperaba un hombre alto delgado, vestido de negro, cabellos canosos con largas patillas y muy envejecido. Se trataba de Anthoin el mayordomo de aquella casa ostentosa. Rápidamente el mayordomo condució al doctor a la habitación donde se encontraba el paciente, antes de entrar vio a un niño pequeño vestido con ricas ropas y en su cara se reflejaba el miedo y a la vez la preocupación. El mayordomo tiró del doctor para que entrara dentro de la habitación, el doctor se sorprendió aquella habitación era tan grande como su propia casa y la cama tan grande como su cocina, en ella se hallaba una mujer desaliñada, abierta de piernas, chillando como una histerica y muy sudorosa... ¡Se trataba de un parto! - pensó el doctor.
La comadronas estaban ayudando en el parto a la señora de la casa, que no era ni más ni menos la Condesa de Rémol: Lady Marie Chantelle Barov, una de las hijas de la familia más respetada de nobles de Lordaeron. Estaba dando luz a su segundo hijo o hija, quien sabría lo que sería...
El doctor pidió a las comadronas toallas y agua caliente. Estas salieron corriendo a por esos enseres. Al minuto apareció el esposo de la Condesa: Lord Mauregato de Rémol, su esposo que algunos dicen que se cambió el apellido cuando este se casó mediante matrimonio concertado con su esposa... El doctor Watford le pidió al hombre que esperara fuera con su hijo. Las comadronas llegaron con lo que les pidió el doctor.
La noche se hacia eterna para el doctor, la condesa y su familia... ¡Este es el parto más difícil al que asistí! - pensó el doctor. Acto seguido de tener ese pensamiento el doctor vio asomar una cabeza y dijo con un grito de alegría.
¡ES LA CABEZA! ¡YA ASOMA! ¡EMPUJE, EMPUJE, EMPUJE!
La mujer soplaba y hacia grandes esfuerzos, mientras el doctor se le alegraba la cara cada vez más, eso significaba algo...¡Que ya estaba aqui!
¡ES UNA NIÑA! - chilló el doctor.
Acto seguido, Lord Mauregato y su hijo irrumpen en la alcoba muy agitados, pero cuando vieron a la niña de cabellos morenos y piel morena se alegraron un montón. Esa niña le recordaba a su amada madre entonces el Conde la llamo: Sûzu. En cambio su hermano, sí estaba muy feliz de tener una hermana, pero sería un problema para sus caprichos y que perdería parte del cariño de sus padres...
Cuando amaneció, brillaba el Sol, la tormenta habia cesado y una nueva vida, habia nacido en Rémol...
Continuará...
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