miércoles, 18 de agosto de 2010

Camino a la rectitud (2ª parte). Capítulo 1º

Llevaba una hora caminando cuando llegó aquel santurio donde habia una pedestal de piedra rodeado de velas encendidas y medio derretidas y encima el Símbolo Universal de la Luz Sagrada; extendió una esterilla de mimbre y preparó el lecho para sentarse y pasar la noche de vigilia observando aquel símbolo de la Luz Sagrada, para demostrar que es un buen escudero y futuro caballero de la Luz Sagrada.

La noche se hacia larga, y los ruidos entre los matorrales parecian más fuertes. Mauregato estaba aterrado y se envuelve con su roida manta aferrandose al monumento y mirando a todos lados horrizado por lo que pueda salir de los matorrales y sin comerlo ni beberlo sale de un salto un ratón de campo, que al ver a Mauregato huye desaporivo por el miedo, Mauregato se quedo algo atonito y se empezó a reir sólo aliviado.

Pasó un par de horas y se oyen pasos que venian del camino y se dirigian hacia al santuario, ahi si que Mauregato estaba aterrado y se escondió detrás del monumento observando por el rabillo del ojo, ve asomar por el camino a un desagradable gnoll, vestido con cueros roidos y portando un machete oxidado, parecía estar olfateando el lugar en busca de comida lo más probable y la encontró, rebusco entre las cosas de Mauregato y encontró sus raciones de viaje y las engulló como si no hubiera mañana. Mauregato estaba aterrado no sabía que hacer ante esa situación y recordó las palabras de su maestro.

Pasaron unos minutos, y el gnoll descubrió a Mauregato cuando este piso una ramita seca. El gnoll se acercó rápidamente y vio al pobre chico tirado en el suelo apuntado con el cuchillo oxidado que llevaba a un árbol en vez el gnoll, el gnoll curiosamente no lo mató, ya que sólo buscaba comida y se marchó. Quizás por el gnoll ya estuviera saciado o por vio a Mauregato un pobre chico aterrado o simplemente era míope nadie lo sabe... Mauregato siguió con sus rezos sentado en la esterilla hasta al amenecer...

Al día siguiente, Mauregato recogió sus escaso equipaje y se puso en marcha para volver junto a su maestro, que lo esperaba a la entrada del camino.
Su maestro montado en su flamante caballo envuelto en su armadura de plata, dirigio una mirada afable a su escudero y le dijo:

Veo que no te has dormido como los demás. La vigilia es una prueba que todo escudero con aspiraciones a caballero, debe superar, asi purificas cuerpo y alma. Y dime ¿Cómo te fue?

Mauregato se estremeció y recordó la escena del gnoll y no dijo nada. Su maestro sonrio, y se puso en camino con el caballo, Mauregato se encogió de hombros y le siguió velozmente.

Este quizás fuera el principio de su camino a la rectitud, como defensor de la Luz...

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