miércoles, 18 de agosto de 2010

El regreso a casa. Capítulo 2º

Han pasado bastantes años, desde que el joven Mauregato Mardiggan, se fuera de su ostentosa casa del Cruce de Corin, para instruirse como Caballero de la Mano de Plata, el pueblo no habi cambiado nada el Sr. Pennywinkle, ya estaba mayor pero seguida vendiendo el mejor pan de la región, la Sra. McGregor la maestra de la escuela seguida impartiendo clases a pesar de su edad, básicamente seguida todo igual.

Al fin Mauregato llegó a su casa, montado en su caballo y vestido con una túnica corta con el símbolo de la Mano de Plata, y unos pantalones métalicos de malla hecho de mitril. El mozo de los establos, ya no era el pequeño Johannes ahora, era un muchacho de la misma edad de Mauregato fornido, y de tez tostada, reconoció enseguida a Mauregato y le dijo:

¡Señorito! ¡Ha vuelto! ¡Su madre se alegrará de verlo!. Dice entusiasmado Johannes.

¿Mi madre sólo? ¿Y mi padre?. Dice extrañado Mauregato.

Me temo... que su padre ha... ha... fallecido... Dice con la cabeza gacha y [i]muy triste el apenado Johannes.


¡¿Qué?! ¡¿Qué le ha pasado?!. Dice Mauregato aterrorizado ante la situación.

Verá... ha sufrido unas extrañas fiebres... y.... Johannes, no podia decir más agarro las riendas del caballo y se fue al establo corriendo, para que no lo viera llorar.

Mauregato, entro corriendo en la casa en busca de su madre, que estaba tranquilamente tejiendo un jersey para Johannes, para que no pasara frío, y sin mediar palabra Mauregato se abalanzó sobre los brazos de su ya mayor madre llorando, su madre no dijo nada y sonrío.

Pa...padre... ha muerto...

Sí... hijo mío, murió ya hace tres años. Pero lo más importante ahora, es que me alegro de verte con vida y que estas entero, ya habrá tiempo para que llores por tu padre... Ahora hay cosas que debemos hacer...

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